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El estrés es una respuesta natural de nuestro organismo en situaciones en las que nuestros recursos son insuficientes para afrontar las demandas de ciertas situaciones. Esto es algo normal que todos hemos vivido. Paradójicamente, esta respuesta de estrés facilitará la adaptación a esas situaciones, pero ¿qué pasa si sufrimos estrés de forma crónica o alargada excesivamente en el tiempo?

¿Cómo funciona la respuesta de estrés en el organismo?

Ante un estresor se desarrolla en nuestro cuerpo una respuesta global de estrés, constituida por un triple mecanismo llamado síndrome general de adaptación (SGA), que tiene 3 etapas.

  1. Reacción de alarma: Reacción del organismo en forma de síntomas vegetativos cuando es expuesto de forma repentina a estímulos a los que no está adaptado.
  2. Etapa de resistencia: Se produce una adaptación del organismo al estresor y aparece una resistencia aumentada al agente nocivo a costa de una menor resistencia a otros estímulos. Desaparecen o mejoran los síntomas vegetativos.
  3. Etapa de agotamiento: Si el organismo continúa expuesto al estresor de forma prolongada pueden reaparecer los síntomas de la reacción de alarma y aumentar la vulnerabilidad a enfermedades. Además de la implicación de factores fisiológicos, también están implicados en la respuesta de estrés factores cognitivos y conductuales.Respecto a los factores cognitivos, influye el cómo interpretamos el suceso estresante y los recursos que tenemos para hacerle frente. La evaluación cognitiva es el factor determinante de que una situación potencialmente estresante llegue o no a producirnos estrés. Depende si consideramos el evento potencialmente estresante como una amenaza o bien como un desafío, y de si pensamos que tenemos o no capacidad de afrontarlo.En cuanto a los factores conductuales, hay dos tipos de estrategias de afrontamiento, las centradas en el problema y las centradas en la emoción. Las primeras tienen como objetivo manejar o cambiar la fuente generadora de estrés, son útiles cuando podemos cambiar algún elemento de la situación. Las segundas nos sirven para regular y mitigar la respuesta emocional del estrés, son útiles cuando no podemos cambiar la situación.

 

¿Cómo identificar si estamos sufriendo estrés?

Algunos signos fisiológicos del estrés son dolores de cabeza, cansancio, inquietud, problemas para dormir, sudoración, estreñimiento o diarrea, tics nerviosos, excesivo apetito o falta del mismo, problemas sexuales, calambres o espasmos musculares, indigestión, aumento de la tensión arterial.

También se pueden apreciar a nivel emocional síntomas como irritabilidad, ánimo deprimido, inestabilidad emocional, miedo al futuro, temor al fracaso o a enfermar, baja autoestima, desconfianza, desinterés.

Hay personas que cuando se sienten estresadas tiene más dificultades para expresar sus sentimientos, tomar decisiones, para concentrarse, o evitan los problemas, se aíslan socialmente, tienen tendencia al llanto o cambios en la alimentación, u optan por hábitos tóxicos.

En Clínica Global contamos con profesionales de la psicología que pueden ayudarte a identificar las situaciones estresantes que puedas estar sufriendo y a gestionar tu malestar emocional derivado de ellas.

Consúltanos sin compromiso, estaremos encantados de poder resolver todas tus dudas y ayudarte en todo lo que necesites.

 

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